Mercado de Maravillas

Pues que la pera de agua a 2,19... Ya tiene que tener agua...
Jeje

Bueno en serio la primera es la que más me gusta, la queas transmite sensación de mercado. Genial el procesado!
 
themanintherain dijo:
Pues que la pera de agua a 2,19... Ya tiene que tener agua...
Jeje

Bueno en serio la primera es la que más me gusta, la queas transmite sensación de mercado. Genial el procesado!

    Muchas gracias por comentar. La verdad es que me sorprendió la enorme cantidad de gente que había, no me imaginaba semejante avalancha. Es un mercado que merece una mayor preparación, alguna visita sin cámara para conocerlo bien. Se le puede sacar muchísimo más provecho.
 
Yo también me he fijado en el precio...  :mad:, si el consumidor supiese a como se paga ese precio al agricultor...

La cara de la última es digna de una película de serie b, el reflejo hace inquietante el semblante.

Para mí, "la foto" es la primera... con esa señora que toda la vida ha comprado en el mercado, que gusta de ver el producto, de indicar como quiere el corte, que se lleva a casa sólo lo que necesita y que acude al mercado en busca de un buenos días, un parece que va a cambiar el tiempo, un que tal doña Matilde, hoy le recomiendo el pollo, fresquíiiiiisimo.
Es la esencia del mercado, las relaciones propias de los humanos, el interactuar con el semejante... todo eso que se pierde cuando compras mirando una cámara frigorífica, eliges la bandeja que se acerca a lo que necesitas, aunque te lleves dos filetes de más, lo echas en tu carro que has tenido que coger en una fila interminable de carros de metal frió, y finalmente te diriges a la caja, con suerte habitada... donde una sonrisa te pregunta si quieres que te cobre una bolsa de plástico, mientras le dices que vas a pagar con tarjeta... pase la tarjeta y marque el pin, por favor...mecánico, inhumano, frio, sin contacto.

Esa foto es de lo poco que nos queda de humanos, la especie se dirige a la extinción, nos ganan las máquinas mientras nuestra cultura se reduce a ganado que consume y no interactúa con sus semejantes.

El primer plano es la señora, el segundo plano es la juventud medio desenfocada del fondo, con sus carros y su espera resignada a ser atendidos, incluso el niño ajeno a su industrialización, luce su camiseta de fútbol que lo hace partícipe de la masa, no hay trato personal, uno, otro, otro, siguiente... ahora toca así.

Me he pasado, posiblemente, pero me ha llenado la foto.
Un saludo.
 
Totalmente de acuerdo con pai. Sólo echo de menos un poco de aire por la derecha y, por qué no, ver o por lo menos atisbar al tendero, la otra parte del diálogo.

Saludos,
Juan.
 
pai dijo:
Yo también me he fijado en el precio...  :mad:, si el consumidor supiese a como se paga ese precio al agricultor...

La cara de la última es digna de una película de serie b, el reflejo hace inquietante el semblante.

Para mí, "la foto" es la primera... con esa señora que toda la vida ha comprado en el mercado, que gusta de ver el producto, de indicar como quiere el corte, que se lleva a casa sólo lo que necesita y que acude al mercado en busca de un buenos días, un parece que va a cambiar el tiempo, un que tal doña Matilde, hoy le recomiendo el pollo, fresquíiiiiisimo.
Es la esencia del mercado, las relaciones propias de los humanos, el interactuar con el semejante... todo eso que se pierde cuando compras mirando una cámara frigorífica, eliges la bandeja que se acerca a lo que necesitas, aunque te lleves dos filetes de más, lo echas en tu carro que has tenido que coger en una fila interminable de carros de metal frió, y finalmente te diriges a la caja, con suerte habitada... donde una sonrisa te pregunta si quieres que te cobre una bolsa de plástico, mientras le dices que vas a pagar con tarjeta... pase la tarjeta y marque el pin, por favor...mecánico, inhumano, frio, sin contacto.

Esa foto es de lo poco que nos queda de humanos, la especie se dirige a la extinción, nos ganan las máquinas mientras nuestra cultura se reduce a ganado que consume y no interactúa con sus semejantes.

El primer plano es la señora, el segundo plano es la juventud medio desenfocada del fondo, con sus carros y su espera resignada a ser atendidos, incluso el niño ajeno a su industrialización, luce su camiseta de fútbol que lo hace partícipe de la masa, no hay trato personal, uno, otro, otro, siguiente... ahora toca así.

Me he pasado, posiblemente, pero me ha llenado la foto.
Un saludo.

    Muchas gracias Pai, la verdad es que comentarios así se agradecen muchísimo.

    Este mercado tiene una gran cantidad de tiendas y puestos latinoamericanos, y recuerda bastante, aunque lógicamente no es lo mismo, a los mercados del extrarradio limeño, que conozco bien.

    Sobre lo que comentas acerca de las clientas mayores y la gente joven, y sus criterios tan distintos a la hora de moverse por el mercado y por la vida en general, ocurre exactamente igual en los barrios obreros de Lima. Lo que pasa es que allí están empezando a conocer el concepto de "centro comercial" ahora, es algo bastante incipiente, apenas han comenzado a construírse de siete u ocho años a esta parte, y por supuesto hay muy, muy pocos.

    Pero la juventud tiene claro lo que quiere, lo ven en la prensa y la TV, y ansían tener acceso a todo y de la misma manera que en Europa o EEUU, no aceptan que para ellos no pueda ser igual. No obstante, en Lima aún queda mucho para llegar a eso, y en cualquier caso nunca será igual, ni siquiera parecido, por muchas cuestiones, sobre todo a nivel de economía e infraestructuras. Pero el camino está marcado, las nuevas generaciones lo quieren así, y con el tiempo acabarán desapareciendo los mercados al uso, igual que ocurrió aquí en su momento. Es sólo cuestión de unas pocas décadas.

    Lo dicho, muchas gracias por tu comentario.

 
Juankinki dijo:
Totalmente de acuerdo con pai. Sólo echo de menos un poco de aire por la derecha y, por qué no, ver o por lo menos atisbar al tendero, la otra parte del diálogo.

Saludos,
Juan.

    Muchas gracias por comentar, Juan.

    Tienes toda la razón, las fotos son todas muy mejorables, este mercado se merece una sesión (o varias), más organizada y mejor preparada.

    Me pilló por sopresa la gran cantidad de gente que había, y me sentí un poco "aturullado"; no me esperaba ese gentío. Pero tengo que volver, y será en breve, porque el lugar lo merece, desde luego. Cuando entras ahí, casi puede decirse que estás visitando otra cultura en pleno meollo madrileño.

 
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