La criatura, pera mutante con corazón floral en un mundo de flores, nubes y color, parece estar flotando en un mundo de nubes real y alfombra floral irreal, dando una sensación rara. Igual que la pera mutante parece sacada del cuento de Alicia ("en el país de las maravillas" o en "a través del espejo"), el fondo le hace aterrizar en una especie de realidad que desajusta el otro encuadre simbólico.
No sé, roza el surrealismo pero quizá es mi mente retorcida que ve donde otros no ven. Quizá ese es el punto bueno de una pizca de locura controlada, que luego hay que ser un señor serio que va a trabajar, afortunadamente, todos los días.