Antes de hacerme con la mochila que tengo ahora (la Kata 3N1-10), andaba buscando una que fuese resistente, para llevar a la espalda y lo bastante grande (pero sin ser un armario) como para que cupiese la cámara con dos objetivos, un par de complementos y algún extra del tipo bocata, galletas, agua o un libro.
Pude revisar en varias tiendas un montón de modelos y no me convencía ninguno.
Los que tenían espacio eran demasiado grandes (lógico, claro) y yo no quería un mochilón que abulte más que yo e imposible de mover. Los pequeños eran demasiado pequeños. Otros eran incómodos de llevar o con un acceso difícil al material. Eso sí, todos coincidían en ser horrorosamente caros.
Ya tenía la Lowerpro 200, de la que todo el mundo habla maravillas pero a mí no me gusta, la encontraba incómoda.
Ya había desistido en mi empeño de encontrar algo grande por dentro, pequeño por fuera, sólido y barato (parezco un anuncio de coches) cuando vi en Decathlon un mochila-nevera como la de la foto:
Había más modelos y tamaños pero ésta de 10 litros era perfecta: diseño compacto, nada aparatoso, cómoda de llevar, paredes firmes y aislantes, precio: 14 €
Lo único que le faltaba era el acolchado protector interior.
Ningún problema, para eso están las tiendas de colchones. Fui a una y compré un cuadrado de gomaespuma de alta densidad del tamaño de la mochila en el que pudiese recortar la forma de los objetivos y la cámara.
Y voilà! Ya tengo mochila.
Lo que me falta por investigar sobre el terreno es si al ser nevera aísla la cámara de la temperatura exterior de una forma competente.
NOTA: ni tengo comisión con Decathlon ni trabajo para una empresa de neveras. Simplemente me resultaron cómodas las dimensiones de la mochila y le hice el apaño.
Aquí va un pequeño tuto (más o menos) con alguna foto.
Lo primero es reunir todo lo necesario:
1- Espuma de alta densidad, tipo D-25
2- Cutter
3- Metro o flexo
4- Rotulador
Después presentamos el material, para ver qué zonas de la espuma vaciaremos. Marcamos los contornos con el rotulador, como hacen con los cadáveres en las escenas de un crimen.
Empieza la fiesta. Vamos recortando los huecos donde irá colocado nuestro equipo. Intenta que los cortes sean más o menos limpios para que quede bien, no como si lo hubieses arrancado a mordiscos.
Por último, pulimos el acabdo y lo colocamos dentro de la mochila.
Pude revisar en varias tiendas un montón de modelos y no me convencía ninguno.
Los que tenían espacio eran demasiado grandes (lógico, claro) y yo no quería un mochilón que abulte más que yo e imposible de mover. Los pequeños eran demasiado pequeños. Otros eran incómodos de llevar o con un acceso difícil al material. Eso sí, todos coincidían en ser horrorosamente caros.
Ya tenía la Lowerpro 200, de la que todo el mundo habla maravillas pero a mí no me gusta, la encontraba incómoda.
Ya había desistido en mi empeño de encontrar algo grande por dentro, pequeño por fuera, sólido y barato (parezco un anuncio de coches) cuando vi en Decathlon un mochila-nevera como la de la foto:
Había más modelos y tamaños pero ésta de 10 litros era perfecta: diseño compacto, nada aparatoso, cómoda de llevar, paredes firmes y aislantes, precio: 14 €
Lo único que le faltaba era el acolchado protector interior.
Ningún problema, para eso están las tiendas de colchones. Fui a una y compré un cuadrado de gomaespuma de alta densidad del tamaño de la mochila en el que pudiese recortar la forma de los objetivos y la cámara.
Y voilà! Ya tengo mochila.
Lo que me falta por investigar sobre el terreno es si al ser nevera aísla la cámara de la temperatura exterior de una forma competente.
NOTA: ni tengo comisión con Decathlon ni trabajo para una empresa de neveras. Simplemente me resultaron cómodas las dimensiones de la mochila y le hice el apaño.
Aquí va un pequeño tuto (más o menos) con alguna foto.
Lo primero es reunir todo lo necesario:
1- Espuma de alta densidad, tipo D-25
2- Cutter
3- Metro o flexo
4- Rotulador
Después presentamos el material, para ver qué zonas de la espuma vaciaremos. Marcamos los contornos con el rotulador, como hacen con los cadáveres en las escenas de un crimen.
Empieza la fiesta. Vamos recortando los huecos donde irá colocado nuestro equipo. Intenta que los cortes sean más o menos limpios para que quede bien, no como si lo hubieses arrancado a mordiscos.
Por último, pulimos el acabdo y lo colocamos dentro de la mochila.